El hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco, Ulises Bravo, ha demostrado el talento para romper bloques políticos y destruir alianzas en Morelos.
Bravo es de la Ciudad de México donde fue delegado en funciones en Coyoacán. Al llegar a Morelos provocó un desplazamiento en el primer círculo de Cuauhtémoc Blanco, entonces formado por las cabezas de dos grupos, “los güeros”, en que se incluía a José Manuel Sanz como cabeza visible, y el equipo de Pablo Ojeda Cárdenas.
Ulises influenció para desplazar a los que habían sido los más cercanos colaboradores del gobernador y provocó la baja de varios colaboradores de Cuauhtémoc, entre ellos, los propios José Manuel Sanz y Pablo Ojeda.
Con los desplazamientos, la influencia de Ulises Bravo se volvió mucho más evidente en las secretarías de Hacienda, Educación, Desarrollo Agropecuario, Desarrollo Económico, y en la Comisión Estatal del Agua y la oficina de la Gubernatura. Con ello, se aseguraba un control familiar (Blanco y Bravo) de cada despacho relevante del Ejecutivo.
Y por si eso fuera poco, Ulises previó su futuro político y buscó adueñarse del Partido Encuentro Social/Solidario para el que construyó una estrategia que resultaría caótica, las dos franquicias postularían candidatos y disputarían su base electoral. El cálculo, según se vería más tarde, era desplazar a otro político influyente en el estado: Hugo Eric Flores Cervantes, dirigente nacional entonces de Encuentro Solidario e influyente voz en Encuentro Social.
La estrategia resultó, el PES colocó apenas una diputada local, Mirna Zavala, fiel al gobernador del estado, y desmanteló prácticamente al partido que había postulado a Cuauhtémoc Blanco apenas tres años antes.
Bravo intentó apoderarse entonces de lo que quedaba del PES, pero Hugo Eric lo impidió y el hermano del ex futbolista puso la mira en otro partido que podría garantizar a él, y al grupo fiel al gobernador, tener una carrera política a futuro: Morena.
En diciembre del 2021 Braco sembró su futuro en Morena con discordia y creando descontentos en cada decisión y conflictos en cada diferendo. Se criticaba a Rabindranath Salazar ya no sólo por “no dejar trabajar al gobernador”, sino por haberse adueñado del partido, y se cargaba a su grupo, “los Rabines”, con la responsabilidad de las derrotas en el 2021.
Ulises Bravo logró debilitar las estructuras de los que el gobernador califica como sus adversarios, Rabindranath Salazar, Lucy Meza, Rafa Reyes, Juan Ángel Flores y Margarita González.
En agosto del 2022 Ulises ,logró el control de la mitad de Morena en el estado, quedando la otra mitad en manos de sus supuestos adversarios políticos, quienes no forman un grupo cohesionado.
La ilegalidad en la elección de Ulises Bravo como consejero y luego como dirigente estatal de Morena fue resuelta por un tribunal. Pese a ello, el dirigente nacional, Mario Delgado, ofreció su respaldo al hermano de Cuauhtémoc Blanco y llamó a sus rivales políticos a serenarse.
Ulises Bravo fue parte fundamental también en la selección de los aspirantes palomeados por el gobernador a la candidatura al gobierno estatal por Morena. Ulises pensó en Sandra Anaya, Cecilia Rodríguez y toleró a Víctor Mercado, con quien después se pelearía, y entonces lo cambió por un nuevo aliado que le ha resultado más fructífera en sus primeros días, Rodrigo Arredondo, el alcalde de Cuautla.
El problema con Ulises Bravo es que no conquista, desmantela, y por ello el rechazo de muchos morenistas que lo acusan de haber provocado una profunda división en el partido que podría llevar a costosas rupturas en los próximos meses.
Con información de El Sol de Cuernavaca