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En el Restaurante Suntorty, en cdmx, todo es normalidad

- June 30, 2022

Cd. de México (30 junio 2022).- Mientras en otros casos pueden pasar meses, el restaurante Suntory consiguió reabrir sus puertas cinco días después de que en su interior fuera asesinada la cantante Yrma Lydya.

El feminicidio sucedió el jueves y el martes volvieron a operar. Ayer, lo poco que comentaron empleados fue que sólo se había notado una menor clientela de la habitual.

Uno de los cuatro salones privados ubicados en la planta baja del inmueble fue el lugar en donde Jesús Hernández Alcocer disparó en tres ocasiones contra su esposa.

De la puerta principal del inmueble fueron retirados los sellos colocados por elementos de la Fiscalía de Investigación del Delito de Feminicidio.

Al ingresar, el diario REFORMA constató que no se realizó ninguna revisión extra a los clientes.

De hecho, si alguno llegaba a preguntar por el crimen o la reapertura, el personal se limitaba a responder: “todo está bien, todo está bien”.

Y esos cuestionamientos activaban el cuchicheo. Inmediatamente, los meseros y cocineras se agazapaban en un rincón para comentar y ver hacia la mesa de donde provino la duda.

Por cada espacio había hasta ocho personas que estaban al pendiente de los clientes y uno más que, ante cualquier pregunta, se acercaba para asegurarse de que se mantuviera la secrecía y que nadie se saliera del guión: “todo está bien”.

En la planta baja y hasta en el privado que fue la escena del crimen tampoco había restricción alguna.

Constantemente, una persona aseaba los pisos y el staff revisaba que nadie ingresara a áreas a las que no les están permitidas o donde no hubiera consumo de alimentos.

Hernández Alcocer era un cliente asiduo de esta sucursal, la más grande del País. De acuerdo con testimonios, los salones privados -que cuestan 500 pesos extra a la cuenta habitual- eran usados como sus oficinas. En este lugar se le vio acompañado de Prudencio Jorge González Tenorio, asesor y operador de Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia.

El Suntory reabrió en tiempo récord, por ejemplo, si se contrasta con la Cervecería de Barrio de Avenida Universidad, en la misma colonia. En esta última, el 15 de mayo de 2018 una pareja fue baleada. La entonces Procuraduría mantuvo más de tres meses los sellos de clausura en todo el establecimiento, argumentando que continuaban las investigaciones.

Incluso, el personal no podía acercarse, la vigilancia estuvo a cargo de la Policía y el representante acusó que durante el cierre fueron robadas bocinas, pantallas, tabletas… y hasta botellas de alcohol.

Al Suntory, en cambio, todo le salió “muy bien”.

FUENTE: REFORMA.COM