Morelos pasó de ser un estado considerado como tranquilo y actualmente está en sus peores momentos debido a la inseguridad, lo que posiciona a esta entidad con la mayor tasa de secuestros y despojos por cada 100,000 habitantes en el primer trimestre de 2023, de acuerdo a la organización Morelos Rinde Cuentas.
Esto impacta en la población debido al temor que se siente salir a las calles por el sombrío panorama de un 0.30 secuestros y 17.44 despojos por cada 100 mil habitantes. Pero no sólo son cifras, detrás de cada número hay familias destrozadas y sueños interrumpidos.
Esta violencia también llegó a las esferas políticas, recordemos que Faustino Javier Estrada Gonzáles, líder del PVEM de Morelos, fue atacado a balazos en pleno corazón de la capital, Cuernavaca.
Además, del repunte de la presencia de grupos delictivos, el narcotráfico y la extorsión que han puesto a Morelos en un clima de incertidumbre. Las bandas rivales generan enfrentamientos que exponen a la población a constantes riesgos.
Ante todo esto ¿dónde están las autoridades estatales? La percepción ciudadana es que el gobierno está rebasado por la situación. La urgencia de los morelenses es constante: Una solución.
Rumbo a las elecciones de 2024, “la seguridad es urgente para Morelos. Si no tienen la capacidad, ni lo intenten”, advierten los ciudadanos.
